domingo, 5 de febrero de 2012

Alejandro Roemmers le hace L.C.M. (Life cycle Management) a "EL PRINCIPITO".

"No hay nada que cambie más
la vida de las personas que los libros"


Alejandro G. Roemmers pertenece a ese tipo de personas que se sitúan al instante. No en vano lleva media vida compaginando la lírica con la dirección de una farmacéutica de más de 2.000 empleados.

.../...

Roemmers (Buenos Aires, 1958) ha convertido en un best seller en su país El regreso del joven Príncipe (Planeta), que recupera el personaje de Antoine de Saint-Exupéry para transmitir su filosofía de vida. No se trata de un libro de autoayuda, sino de un homenaje a un autor y un libro que leyó en la infancia y le arrebató. Llegar hasta ahí no fue sencillo. El empresario explica que pasó por un momento muy robótico en su existencia. Una época en que vivía para ganar objetivos, sacaba notas brillantes y conseguía todo lo que se proponía, pero no era feliz. Así que decidió parar y pensar más con el corazón que con la cabeza. "Me sentía tan triste y desilusionado como el personaje de El Principito, pero superé aquel trance a base de amor, amistad y sentimiento", dice. A partir de ahí empezó a vivir "poéticamente". "La poesía no es lo que vives, sino lo que transmites", dice. "Hay una forma de cambiar el mundo que empieza por tu propio cambio y luego tratar de extenderlo. El sentimiento de felicidad interior no lo pierdes. O eres espiritual todo el tiempo, o no lo eres".

Retomar un libro, que se ha convertido en un clásico y en uno de los más vendidos del mundo, seis décadas después de su publicación y con la autorización de los herederos, le ha llevado años de espera y negociación. Lo escribió en 2000 y, cuando se lo presentó a los herederos del intrépido aviador, le denegaron el permiso, así que regaló los ejemplares de que disponía a sus amigos y volvió a refugiarse en la poesía, un género al que, hasta entonces, se había mantenido fiel. Pero Roemmers no se dio por vencido y una década después tenía la autorización de la familia. Ahora, El Principito viaja como copiloto de un narrador, que no es otro que un trasunto de Roemmers, por las solitarias carreteras de La Patagonia mirando la vida con los mismos ojos de adolescente inquieto.

Roemmers compagina su actividad en la empresa familiar con la poesía y el mecenazgo cultural. No necesita el dinero que le reportaría la venta de los libros y dona parte de las ganancias a organizaciones dedicadas a mejorar la situación de la infancia. (Ver)

Ya estuvo en PHARMACOSERÍAS...

Aquí...

Ratón de biblioteca: El regreso del joven príncipe / El retorn del Jove Princep A.G. Roemmers

y acá...

Ratón de biblioteca: EL REGRESO DEL JOVEN PRÍNCIPE



Ver también:

En Facebook

1 comentario:

Rosario Lazarte dijo...

Que buen articulo Fer! De pequeña no leí el Principito.. pero fue uno de los primeros libros que le leí a Anni... y sentí mucha emoción al leerlo, a mi pareció en esa época que ella casi ni lo entendía pero el tiempo me demostró que si. Un beso.