miércoles, 5 de noviembre de 2014

DDR: Farmacéuticas europeas (Hoechst, Sandoz, Boehringer M., Bayer...) usaron cobayas humanas en ensayos clínicos.


Unas 70 farmacéuticas occidentales, entre las que están las actuales principales compañías del sector, realizaron ensayos clínicos de nuevos fármacos en la antigua Alemania comunista. Investigadores que han revisado incluso los archivos de la Stasi, la policía secreta del régimen, cifran en al menos 14.000 los alemanes que participaron en los test. No han encontrado pruebas de que fueran informados pero tampoco de que no se siguieran los protocolos de investigación. 

 Desde la reunificación alemana, en 1990, varios medios publicaron informaciones sobre estos experimentos. Pero no fue hasta 2012 que el asunto tuvo alcance internacional. Entonces, el semanario Der Spiegel inició una serie de artículos sobre lo que parecía un pacto contra natura: farmacéuticas de países capitalistas usando a ciudadanos de la Alemania comunista como cobayas bajo la supervisión de las autoridades del régimen. Y todo por unos cuantos marcos.(...)

PHARMACOSERÍAS ya lo había publicado...

DDR 50.000 Cobayas humanas para Schering AG (Bayer), Sandoz (Novartis), Hoechst (Sanofi), Pfizer, Roche...


La mayoría de las 68 farmacéuticas que aparecen en los archivos son de la entonces Alemania Federal y Suiza, aunque también las hay estadounidenses, francesas, belgas, danesas o de Finlandia.


La legislación de la RDA exigía que los ensayos clínicos en sus distintas fases de I a III sólo se podían hacer con el consentimiento informado de los participantes sobre el procedimiento, los efectos esperados y sus posibles riesgos.



"Entre 1983 y 1990, se realizaron al menos 220 ensayos clínicos usando fármacos fabricados por compañías occidentales", escriben los autores en los resultados de su investigación, publicados por el Journal of Medical Ethics



Aunque el número exacto de participantes se desconoce, en los archivos aparecen algo más de 14.000. Lo que no han encontrado los investigadores son pruebas de que fueran informados pero tampoco de lo contrario.(...)

Para los autores lo peor de estos ensayos fue el oscurantismo. "La población de Alemania Oriental nunca fue informada de estas prácticas. La libertad de expresión no existía, así que no hubo debate público", comenta el doctor Erices. También crítica los intereses de las partes implicadas: "La RDA necesitaba las divisas y las firmas occidentales lo sabían. Además, el departmento secreto de Comercio Exterior, con fuertes lazos con la Stasi, tenía especial interés en esta serie de ensayos. Ellos contaban con gran influencia en el redactado de los contratos y recibieron la mitad de la remuneración, pagada en divisas".(Más)

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