jueves, 19 de mayo de 2011

Salud, pobreza y patentes. / Pascual Maragall: Fondo Mundial de Rescate de Patentes


A raiz de la publicación de la nota:

Desmitificando el costo de desarrollo de un nuevo medicamento.



que sometí a debate en algunos Foros de Linkedin he recibido, en Group Pharma in Spain, opiniones "divergentes" (Jose Garcia-Bustos):
"No me cuesta creer que las compañías intenten inflar los costes de hacer negocio, como todas, pero al leer el artículo que sirve de base para el comentario he encontrado inexactitudes y un claro sesgo en contra de las compañías farmacéuticas. A todos nos encanta odiar a los ricos, pero sinceramente pienso que sin las compañías no tendríamos las medicinas y vacunas que alargan la esperanza de vida en los países económicamente desarrollados.
¿Qué no nos gusta que se enriquezcan tanto en el proceso? Absolutamente de acuerdo. Pero no creo que la posición de partida de un estudio serio deba de ser el que todas las compañías mienten por definición. Ni una conclusión seria el que los nuevos medicamentos son menos eficaces y más peligrosos que los anteriores. Sencillamente no es cierto. Hoy el estándar de seguridad es mucho más alto que hace años, por eso se detectan problemas que nunca se buscaron en los medicamentos antiguos. Y doy fe de que la tasa media de fracaso en los proyectos de investigación es muy alta, por lo que si no se cubrieran los costes de los proyectos fallidos en el precio de los pocos que tienen éxito, la industria simplemente desaparecería, y a día de hoy los organismos públicos de investigación no son capaces de llevar nuevos medicamentos a los pacientes."
Y "convergentes" (en parte) Jacobo Tieffenberg):
"Estoy de acuerdo con Fernando y José - en parte: en lo que señala con gran precisión la importancia del aporte de las compañías al avance tecnológico, y el costo significativo de inversión en etapas de investigación (Fase 1 y 2 principalmente) que puede terminar en la nada. Sin embargo, esos costos serían mucho mas bajos si se invirtiera la ecuación, y se le dieran los fondos a las Universidades para que desarrollen investigaciones.
La salud NO DEBERÍA SER NEGOCIO (no solo en la prestación, sino en la creación de nuevos medicamentos). De ese modo, crecería mucho la posibilidad de contar con investigadores en nuestros países, que puedan crear laboratorios y y desarrollar políticas de investigación acorde con la planificación de las necesidades de Salud de nuestra población y nuestros países, y no de las necesidades de los "shareholders". La inversión en estas grandes empresas requiere de resultados financieros inmediatos, de modo que es muy difícil invertir en productos que puedan requerir muchos años de desarrollo antes de llegar al mercado. Ese es el problema de dejar que los que necesitan de "profit" manejen el mercado de la Salud. Se corren riesgos ciertos, que son lógicos si aceptamos la ecuación de que una empresa privada existe para apoderarse de la plusvalía (la renta, la ganancia) para poder existir como tal." (...)
Estas reflexiones traen al recuerdo el artículo publicado por Pascual Maragall y Toni Comín hace años (3.1.2008) en EL PAIS/España:
con su propuesta de un Fondo Mundial de Rescate de Patentes, financiado con un impuesto mundial, que permitiría liberar la patente de los medicamentos ya desarrollados cuyo precio es inaccesible para las poblaciones del Sur.
Dulces utopías...(i) realizables?
Es el último aporte que he hecho al debate porque creo en ellas, en las utopías...

No hay comentarios: